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Ceramidas, la clave para una piel sana

Presentes de forma natural en la piel, las ceramidas forman parte de la gran familia de lípidos, a la que también pertenecen los famosos ácidos grasos y el colesterol. Más discretos que sus homólogos, representan sin embargo el 50% de los lípidos de nuestra piel y son esenciales para la salud de la epidermis y para una tez radiante.

Verdaderas guardianas de la piel, las ceramidas se utilizan actualmente en la composición de numerosos tratamientos. Sus beneficios son múltiples, más aún si los combinas con una rutina “reparadora” especialmente adaptada a las pieles que buscan confort: te explicamos…

¿Cómo funcionan las ceramidas?

Con razón llamados “lípidos intercelulares”, se encuentran en la capa más superficial de la piel (el estrato córneo). Para comprender su acción en términos concretos, basta imaginar un muro protector... Las células muertas de la piel, los corneocitos, son los ladrillos que la componen, y las ceramidas son el cemento que las mantiene unidas. Una cohesión esencial para garantizar una barrera protectora eficaz. ¡Porque cuanto más fuerte sea el cemento, más fuerte será la pared! 

¿Cuáles son los efectos en la piel?

Activos versátiles, protectores y reparadores, las ceramidas garantizan la integridad de la barrera cutánea que desempeña un papel vital en la buena salud de la piel:

  • Lo protegen frente a agresiones externas y patógenos: frío, sol, viento, contaminación, tabaco, etc. 
  • Ayudan a mantener la hidratación, tanto limitando la pérdida transitoria de agua como regulando su absorción.
  • Conservan sus cualidades sensoriales: suave, luminosa, visiblemente descansada, tu piel ya no experimenta sensación de tirantez... ¡Tantos signos que indican que tu barrera cutánea está en buen estado! 

¿Por qué incluir ceramidas en la cosmética?

Aunque nuestro organismo las sintetiza de forma natural, con el tiempo, la exposición al sol, diversas agresiones, la producción y la calidad de las ceramidas disminuyen... La barrera cutánea se daña, la piel se seca, se vuelve más permeable y por tanto más vulnerable. De ahí la necesidad de adoptar tratamientos que contengan ceramidas que devuelvan la flexibilidad y la firmeza. Y esto, sea cual sea la edad y el perfil. Porque las ceramidas son perfectamente toleradas, incluso por las pieles más sensibles, sin ningún riesgo para la salud. Auténticas navajas suizas reparadoras de la piel, se recomiendan especialmente si se desea:

  • Mejora y mantiene la estructura de tu piel.
  • Lucha contra la deshidratación.
  • Reconstruye tu barrera cutánea después de la exposición al sol, viajes en avión, clima frío y seco...
  • Completa un tratamiento anti-edad.

4 acciones esenciales para una rutina de reparación óptima

Las ceramidas encajan perfectamente en un ritual de belleza que tiene como objetivo reconfortar la piel sedienta o irritada. Aquí tienes nuestros consejos para ayudarle a regenerarse: 

  • Elija un limpiador suave que no tenga un efecto "decapante" en su piel.
  • Utilice y abuse de sueros reparadores que penetren rápidamente en la epidermis. Ricas en ceramidas y otros lípidos, favorecerán la reparación de la barrera cutánea. 
  • Sigue tu sérum con una rica crema hidratante que reforzará su acción concentrando todas las moléculas activas e hidratantes dentro de la piel. 
  • Durante el día, recuerda aplicar protección solar de amplio espectro porque los rayos del sol podrían dañar aún más tu barrera cutánea.

Esenciales para mantener y reforzar la función barrera de la piel, las ceramidas son cada vez más populares entre el mundo de la cosmética y sus usuarios. Aunque siguen siendo discretos en sus cuidados, van camino de convertirse en imprescindibles, ya que son capaces de proporcionar confort y bienestar a todo tipo de pieles, y ello con total seguridad.